Filipinas es un archipiélago de más de 7,000 islas en el sudeste asiático, famoso por sus playas paradisíacas, paisajes tropicales y cultura vibrante. Destinos como Palawan, con sus impresionantes lagunas en El Nido y el río subterráneo de Puerto Princesa, y Boracay, con su famosa White Beach, atraen a viajeros de todo el mundo. Además, las terrazas de arroz de Banaue, Patrimonio de la Humanidad, reflejan la herencia agrícola del país. Manila, la capital, combina historia colonial con modernidad, mientras que lugares como Cebu y Bohol ofrecen aventuras marinas, cascadas y la posibilidad de ver los pequeños tarseros.  

Manila

Manila, la capital de Filipinas, es una ciudad vibrante que combina historia, modernidad y cultura. Su casco antiguo, Intramuros, conserva vestigios de la época colonial española, con calles empedradas, la icónica Iglesia de San Agustín y el imponente Fuerte Santiago. La ciudad también alberga museos como el Museo Nacional y el Cultural Center of the Philippines. En contraste, distritos como Makati y Bonifacio Global City muestran el lado moderno de Manila, con rascacielos, centros comerciales y una animada vida nocturna.

Cebú

Cebú, conocida como la "Reina del Sur" en Filipinas, es una isla vibrante que combina historia, playas paradisíacas y aventuras al aire libre. En la ciudad de Cebú, se encuentra la Cruz de Magallanes y la Basílica del Santo Niño, símbolos del pasado colonial español. A las afueras, las playas de Mactán y las cataratas de Kawasan ofrecen paisajes espectaculares y actividades como snorkel y buceo. Además, la isla es famosa por el avistamiento de tiburones ballena en Oslob y las colinas de Osmeña, que brindan vistas panorámicas impresionantes.

Palawan y el Nido

Palawan, considerada una de las islas más bellas de Filipinas, es un paraíso natural conocido por sus playas de arena blanca, aguas cristalinas y biodiversidad. Destaca El Nido, con sus impresionantes lagunas, acantilados de piedra caliza y excelentes sitios para buceo y snorkel. En Puerto Princesa, el famoso río subterráneo, Patrimonio de la Humanidad, ofrece una experiencia única navegando por cavernas llenas de formaciones rocosas. Coron es famoso por sus lagos ocultos y pecios de barcos japoneses hundidos, ideales para el buceo.